ID de la obra: 993

Marta y Fina

Femslash
PG-13
En progreso
1
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planificada Mini, escritos 67 páginas, 21.212 palabras, 49 capítulos
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Carmen

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Cata pulsaba con insistencia el timbre de la casa de Marta y Fina. Fina salió a arribar con los largos cabellos blancos recogidos en un moño. -Pasa, Cata, pasa, qué acalorada vienes, me recuerdas a alguien ,que después de tenerme dos meses perdida, se lanzó a besarme con una fuerza que casi me caigo. Doña Marta rio desde el balcón ,su butaca rodeadas de rosas blancas. -Ven chiquilla ,ven aquí. -Fina ponle una silla de enea a Cata y otra para ti. Cata se echó en los brazos de Doña Marta, y se puso a llorar, como siempre Doña Marta olía a agua de rosas. -Chiquilla ¿Qué te pasa? -¡Nada!, dijo Cata, y siguió llorando. Doña Marta le hizo una seña a Fina para que las dejara solas. -Ya sabes que a mí me lo puedes explicar todo. Cata empezó a contar lo que había sucedido a Doña Marta, entre sollozos entrecortados. -Pues, Pues... -Esta mañana... -Cuando iba al colegio... -He visto a la skater... -Sí, la del crush, dijo Doña Marta, a la que cada vez le gustaba más la palabra. -Estaba rondando por mi barrio ,por donde está el colegio. -Sí, yo me lo sé de memoria chiquilla, de joven allí vivían todas mis amigas. -Parecía que me estaba buscando ,hacia recorridos aquí y allá. -Y entonces ,en mala hora, se me ha ocurrido -¿Qué se te ha ocurrido Cata? -Le he pedido el móvil a Carmen mi BF. -¿Qué es eso de BF?, preguntó Doña Marta que con el vocabulario moderno andaba perdida. -Best friend ,Carmen, mi mejor amiga ,es muy salada, siempre me apoya, y nunca pregunta, a veces hago sleep over en su casa. -Otra palabrita, protestó Doña Marta. -Que me quedo a dormir, mis padres me dejan porque creen que voy para estudiar, pero hacemos el vago y pedimos comida rara a Glovo. -Lo de Glovo me lo explicas otro día, que me tienes en ascuas, chiquilla, se quejó suavemente Doña Marta. -Se me ha ocurrido un plan, si la skater me buscaba a mí ,no iba a encontrarme ella a mí, sino yo a ella. -¡Virgen Santa!,  exclamó Doña Marta. -He pedido un Cabify, pagando con la tarjeta del móvil de Carmen. -¿Un qué?preguntó Doña Marta. -Un taxi de lujo, que el chofer va de negro, y tienes una botellita de agua fresca y te ponen la música que quieres. -Sí como cuando me llevaba Isidro al colegio en el Mercedes, rememoró Doña Marta nostálgica. -¿Quién es Isidro? -El padre de Fina, murió hace muchos años, cuando acabábamos de hacernos novias. -Pero no le hables de él, que aún le dura la pena y la nostalgia. -Como usted diga Doña Marta. La Señora De la Reina miró a Cata con sus ojos de agua limpia ,y adivinó. -Le robaste un beso a tu crush. -¡Como lo sabe Doña Marta!¡Es un hada o una maga! -Los años chiquilla, que pesan mucho. -¿Y cómo fue? -Ay, no Doña Marta que me da vergüenza solo de acordarme. -¿Pero te gustó? -Si fue un impulso. -Le dije al conductor que la siguiera, como si fuera una stalker. -¿Una qué? ,preguntó Doña Marta, que se perdía cada dos por tres. -Pues eso, lo que hacía ella conmigo, quería saber donde vivía. -¿Y dónde vive?¿Con sus padres? -¡Qué cosas tiene usted, Doña Marta! -En una casa okupada. -¿Ocupada por quién? -Por un montón de gente, la llaman El Laberinto, lo leí en el ABC, mi padre dice que los tendría que sacar la Policía Nacional a porrazos. -¿Pero la casa de quién es?, preguntó Doña Marta, que se despistaba en cada frase. -De alguien,no sé, la gente se cuela y la okupan. -¿Sin pagar alquiler?¡Qué descaro!, dijo Doña Marta indignada. -La Policía Nacional intenta echarlos y ellos se defienden. -¡Qué horror!, se asustó Doña Marta. -Espero por tu seguridad que no entraras allí. -No tranqui, Doña Marta. -Me acerqué por detrás a la skater, le di un beso en la nuca, bajé hasta la oreja y le susurré bajito. -¿Qué le dijiste chiquilla?, dijo Doña Marta, que en el fondo se lo estaba pasando en grande, era como una novela de esas que ponen en Antena Tres por las tardes. -Eso no se lo puedo decir, es privado entre esa chica y yo, secreto de confesión. -Ahí si que te he entendido. -Luego salí corriendo muy asustada hacia el Cabify, le dije que arrancara rápido, y luego que diera vueltas por Madrid, no sabía que hacer, así que vine aquí. -Bueno, por lo que veo has dado el primer paso, como hice yo con Fina. Se oyó una risa dentro del piso. -¡Porque estabas celosa de Gaspar! ,la risa de Fina se convirtió en risotada. -Calla Fina, y hazle un bocadillo de queso a Cata que va a volver al colegio. -Shh, Cata, te voy a falsificar una nota de tus padres para las monjas del colegio, yo me las hacía montones de veces y nunca me pillaban. -¡Siempre me sorprende y me entiende Doña Marta!, exclamó Cata a la que se le había iluminado la cara. Fina le entrego a Doña Marta una tarjetita y un sobrecito, tenía muy buen pulso para su edad. -Toma Cata, y le tienes que devolver el móvil a Carmen, qué buena amiga tienes. De nuevo la voz de Fina. -Yo también tengo ¿Cómo se dice? -Best friend Fina, dijo Doña Marta riendo. -También se llama Carmen. -Por cierto Marta, le tenemos que leer la postal de Carmen y Claudia a Cata. -¿Quién es Claudia? -Ya te lo explicaremos otro día, cuando vengas a merendar chocolate con churros. -Gracias Doña Marta De repente, Cata se acordó del Cabify -Tengo el coche abajo esperando ,se le va a pulir el saldo de la Visa a Carmen. Cata le dio un beso a Doña Marta y otro a Fina, agarró el entrepán de queso, le pegó un bocado y se lanzó escaleras abajo como un rayo. -Fina, esta Cata es una bendición que nos ha mandado Dios para hacer aún más bonita nuestra historia de amor. Fina se inclinó hacia la butaca y se besaron con suavidad, mientras el aroma de las rosas, de sus rosas blancas, las acariciaba.
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