ID de la obra: 993

Marta y Fina

Femslash
PG-13
En progreso
1
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planificada Mini, escritos 67 páginas, 21.212 palabras, 49 capítulos
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Claudia

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Marta y Fina,ya estaban durmiendo,como siempre desnudas,su amor iba más allá de los estúpidos estragos del tiempo,el roce de la piel les bastaba para amarse. De repente sonaron unos fuertes golpes en la puesrta del piso,se despertaron a la vez asustadas. ¿Un incendio? Fina se levantó todo lo rapidamente que su edad le permitía,mientras Doña Marta,encendió la luz de la mesilla de noche y buscó su bastón,con el que aún se manejaba a pesar de superar el siglo. El espectaculo que se encontró Fina era lamentable,Cata,sin resuello,con unas RayBan Oscuras bajo las cuales resbalaban gruesos lagrimones,una camiseta que una vez fue negra y ahora blanca de AC/DC,y eso sí la inmaculada falda plisada azul marino del colegio,sus calcetines a juego hasta la rodilla,y los colegiales. Su mochila rosa,con el inseparable osito aguantaba en equilibrio sobre su hombro derecho. Los lamentos rebotaban en las paredes del coqueto y diminuto piso. Doña Marta,llegó al recibidor,y se le cayó el alma a los pies. -Fina,Amor,un baño bien caliente para Cata,rápido,con jabón de agua de rosas y sales. -Y prepárale un cacao bien caliente con galletas,para después del baño. Cuando el baño estuvo preparado,dejaron a Cata tranquila en el aseo,pero con la puerta abierta,las adolescentes eran una escopeta de feria. Salió del agua y ambas la secaron y la frotaron con una amplia toalla color azul purísima. -Ahora te vas a tomar el cacao caliente y las galletas caseras que hago yo misma,y luego empezamos desde el principio chiquilla,dijo Doña Marta -¿De acuerdo Cata,cariño?,y la besó en la frente. Cata asintió,seguía muda,lo cual era una muy mala señal,pensó Doña Marta. -Fina,Amor,puedes volver a la cama,que yo me quedo aquí con Cata. Fina,que se entendía con Doña Marta con la mirada,se volvió al cuarto. Cata se sentó a la mesa,con el mantel de hule,el mismo que usaba Digna recordó Marta,han pasado siglos,pensó. Cata comía con avidez,casi atragantándose. -Tranquila chiquilla,que hay tiempo,las personas mayores dormimos muy poco,algún día te explicare el porqué. Cata habló por fin. Su frase talismán,la que creaba el vínculo entre ambas. -Lo que usted diga Doña Marta,susurró con una voz diminuta. Doña Marta se sentó en su sillón de orejas. -Chiquilla ven aquí,tenemos todo el tiempo del mundo,como Fina y yo hace tantos años,pero eso es otra historia. -Has tenido bronca con tus padres,y de las gordas ¿Me equivoco? -Doña Marta la adivinadora,dijo Cata,una tímida sonrisa,un sol mortecino asomó a su rostro. -Y te has escapado para dormir aquí ¿Voy bien? -Doña Marta,el hada,la sonrisa de Cata venció a las lágrimas y el arco iris salió,bellísimo,inocente,el de una niña de quince años. -Anda ven a mi regazo,rosas rojas en la bañera,rosas blancas en mi regazo,un jardín para ti,y ahora cuéntame. Una vez calmada y como era su costumbre y penitencia de Doña Marta,que estaba un poco sorda,Cata tomó carrerilla. -Las monjas daban esos estúpidos premios anuales,que lo único que hacen es fomentar envidias y enemistades. -¡Malditas escarapelas! -¡Codiciadas como si fueran oro cuando son oropel! -Tranquila,tranquila chiquilla,explicate mejor. -Mi amiga sin amigas,sabe usted Doña Marta. -Sí,la que te regaló la sombrilla,qué bonita era,pintada a mano. -No fue a la entrega de premios,pasa de todo y sus padres están siempre por Europa y América de viaje. -Cuando dijeron su nombre para el premio de manualidades me puse rabiosa. -Esa pobre chica solitaria,que se ha echo emo,porque nunca ha tenido amigas. ¿Cómo se llama?,se interesó Doña Marta -Sol,Sol Sáez. -Que curioso,una persona con un nombre así que es triste e introvertida. -Ya ve Doña Marta,cosas de la vida. -Bueno,sigue Cata,sigue con tu historia. -Me armé de valor,no sé como,subí al estrado,recogí el premio,y se lo devolvía a la monja. -Me despaché a gusto,les llamé hipócritas,y que debieran sentir vergüenza,y que le rezaran a la Vírgen,al final me hice un poco lío la verdad,estaba tan nerviosa. -¿Y allí estarían todos los padres,los monjas y las profesoras?,supongo digo Doña Marta. -Y el Señor Obispo de la Diócesis. -¡Dios Santo Cata!¡Tú estás loca! Doña Marta se alzó un poco de su sillón. Era la primera vez que Cata sentía miedo de Doña Marta. -Mi padre me sacó a empellones y me llevó al coche,mi madre iba detrás clamando al cielo. -Nunca he sentido tanto miedo,Doña Marta. -¡Y son mis padres! -Yo me he criado de esa manera,y seguí en esa jaula hasta que conocí a Fina. -¡Qué suerte tuvieron,soul mates! -¿Qué dices chiquilla? -Almas gemelas. -Exacto,contestó Doña Marta. -Al llegar a casa me encerraron en mi cuarto,cuando deje de oir ruido y gritos abajo,puse cuatro cosas en la mochila y me escapé,busqué un taxi para que mis padres no le rastreen el movil a Carmen. -¡Loca de remate!,exclamó Doña Marta. Doña Marta se volvió a sentar y la paz volvió a reinar. -Ahora estás muy cansada,y a mí se me ha quitado el sueño,por Fina no te preocupes duerme por las dos.  Ves al sofá,apoya la cabeza en la almohada y tápate con la mantita,te voy a leer de Carmen y Claudia. -¿Quién es Claudia? -Shhh Cata,te la voy a leer despacito,como una nana. Tiene una bonita foto de la playa del Palo en Málaga,ellas viven allí,pero no son pareja,Carmen era la best friend,¡Uy que moderna me he vuelto!La primera a la que le contó lo mío con Fina,yo entre en pánico,y casi nos separamos,pero Fina es fuerte como una roca y me sustuvo de la mano. Bueno ahora la postal. Málaga, 1 de Julio de 2025 Queridas Marta y Fina: Espero que esteis bien,el domingo pasado se cumplieron veinte años de la muerte de Tasio,y la nostalgia me pudo,fuí al cementerio con Claudia a llevarle claveles. La casa cuna de Claudia es un amor,las mamás de Málaga están encantadas de poder dejar a los niños para ir a trabajar. Esta tarde hemos ido juntas a la Calle Larios a ver escaparates y a tomar un café,ningún café sabe como el del bar de Gaspar,hace tanto tiempo. Yo tengo muchos achaques pero nada importante. Besazos a Fina. Marta,os envío a tí y a Fina el arrullo del mar para que durmais abrazadas,como siempre. Besos, Carmen ¡Carmen! Yo también Que soy bajita pero tengo voz. Besos,Claudia Doña Marta río ante la ocurrencia de Claudia,un cascabel. Cata dormía en el sofá,estaba en Madrid pero las olas de la playa del Palo en Málaga iban y venían,hasta que el sueño la venció. Doña Marta esbozó una sonrisa,otra noche sin dormir,su tocaya sobrina nieta le había advertido,que debía dormir,pero ella temía que detrás del sueño hubiera otro sueño,tranquilo,confortable,como una nana,pero del que no se escapa...
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