--------≪ °❀°≫ --------
「Kage ni sotto kakureyou ga iin janai?」
"¿No sería mejor que te ocultaras silenciosamente en las sombras?"
--------≪ °❀°≫ --------
El cielo estaba algo nublado, nubes grises se movían lentamente al lugar donde habían puesto su campamento. Podía escuchar el movimiento del agua, algunos Pokémon tipo agua nadaban y otros picaban la carnada y eran atrapados sin tanto problema gracias a la ayuda del Magnemite y su Onda Trueno. Se estiro un poco, mirando el cielo. Su portátil en su regazo pito por una nueva notificación. Se quejó un poco antes de préstale atención. —Oigan. Los nuevos entrenadores de Pueblo Paleta se quejaron con la policía —dijo en voz alta a sus otros cuatro amigos. Magnemite se acercó lentamente a él, haciendo sonido de curiosidad —. Parece que los Spearows de la ruta 1 están atacando a la gente. —¿Eh? ¿Tan pronto y los novatos se quejaron, Yusei? —el más corpulento de los cinco se burló. El nombrado Yusei no le prestó atención mientras seguía tacleando, pudo sentir a otro de los chicos acercándose y otro yendo al carruaje de carga en búsqueda de más pokéballs o de jaulas paras aves. —Qué raro. Los Spearows cercanos casi siempre están en la ruta 22 —él que se quedó a ver su computadora dijo con cierto deje de preocupación. —Posiblemente no haya Rattatas en la ruta 22 y migraron hasta aquí para conseguir alimento. Lo importante es que el gremio quiere que atrapemos la mayor cantidad posible —frunció el ceño antes de cerrar su portátil y sacar de su cinturón otra pokéball. Se puso de pie con calma —. Rally, ¿cómo vas? —Ya no pica —el más joven de los cinco se quejó, sentado en una de las rocas de río. Caña de pescar entre sus manos, un Skitty soñoliento a su lado. —Mientras no pesques un Gyarados —el que se había ido en búsqueda de más pokéballs, volvió a aparecer ahora con una caja grande llena de pokéballs —. Hubo informes de uno rondando por aquí. —Seguro un idiota ya no pudo con él y lo abandono. Yusei suspiro. Acarició una de sus pokéballs que aún estaba enganchada en su cinturón. —No sería la primera vez. Rally la lanzó una mirada sobre el hombro. Abrió la boca para decir algo cuando sintió un fuerte tirón de su caña. —¡Aaaah! ¡Ayuda, idiotas! —gritó haciendo fuerza con la caña, hasta parecía que iba a ser partida. Los otros cuatro avanzaron rápidamente para tomar de la cintura y la caña del más joven. Empezaron a jalar con todas sus fuerzas —¡¡Aaaah!! ¡Monstruo!! ¡¡Un monstruo marino!! Yusei miro lo que asusto a Rally. Una vid verde estaba enredada en la línea de la caña, moviéndose lentamente para tomar aún más la caña. Entrecerró los ojos, justo empezó a emerger un bulto con algas y algo de basura. Jaló con más fuerza. El “monstro marino” soltó un jadeo, uno de esos que se suelta cuando al fin puede respirar. Pudo reconocer una gorra roja, un Pikachu en el pecho con algunas heridas y un Pokémon extranjero. —¡Jalen! ¡Es humano! —instó a los demás. Los demás no dudaron y jalaron con fuerza sacando al fin al chico. Corrió hacia el chico, parecía tener diez años, aunque era más bajo. Le tomó el pulso con cierta urgencia. Seguía vivo. —¡Nervin, Blitz, primeros auxilios! —ordeno con calma antes de alejarse del chico y tomar al Pikachu y al otro Pokémon que no lograba reconocer —¡Rally, saca a Chansey, parece que fueron atacados! Rally rápidamente fue a su mochila. Con manos temblorosas sacó una Safari Ball de donde emergió una Chansey con una alegre sonrisa, antes de soltar un chillido para ir a arrebatarle a los Pokémon de los brazos a Yusei. Todos (menos Chansey) se congelaron cuando escucharon graznidos. Magnemite se puso frente a su entrenador soltando chispas. Pudieron ver como se acercaba una parvada de Spearows acercándose. Eran posiblemente más de treinta. —Tank —libero a su otro Pokémon, un Rotom en su forma frío —. Voy a necesitar apoyo. El robusto, Tank, asintió mientras dejaba salir a sus propios Pokémon. El dúo Plusle y Minun que pronto usaron Helping Hand en los Pokémon de Yusei. —Rally —Tank habló algo tenso —. Prepara para arrojar pokéballs. El nombrado solo asintió antes de tomar un puñado de pokéballs. Todas las aves estaban que parecían molestas por alguna razón. Los tres tragaron saliva, los Pokémon se pusieron firmes. La lluvia empezó a caer.✿--------------------✿-----------------------✿
Arregló con cuidado ese vestido blanco veraniego junto al ligero suéter de lino para mantener sus hombros cubiertos,✿--------------------✿-----------------------✿
Abrió lentamente los ojos. Lo primero que vio fue una lona sobre su cabeza. Parpadeo un poco para aclarar su vista y… Se sentó deprisa, con la respiración apresurada. Su chaqueta azul no estaba, tampoco sus guantes sin dedos. Estaba solamente con su camisa de manga corta algunos de sus moretones antiguos se dejaban ver fácilmente, y unos shorts que no eran suyos. Miro alrededor, estaba en una tienda de campaña que no reconocía. Sus cosas no estaban a la vista, ni sus pokéballs. Trago saliva. Escucho voces humanas y un “Pikaaaa” muy conocido. Abrió el cierre de la tienda. Parpadeo para acostumbrarse a la luz natural. En un circulo estaban su Chespin, Pikachu y a Spearow comiendo junto a una Chansey que los vigilara con calma. Suspiro, aliviada de que sus compañeros estén bien. Spearow había sido la razón por la cual esa parvada de Spearows los habían perseguido. Dio un pequeño brinco cuando escucho una caja pesada caer y el aleteó y gritos furiosos de Spearows. —¡Tank, cuidado! —¡Lo siento, Nervin! Se escondió en una de las orillas de la tienda. Logro visualizar a un grupo de cuatro subiendo varias cajas de manera a una carreta cubierta. Aparte, otro tipo estaba colocando jaulas con Spearows en una carreta anclada a una motocicleta roja. Tragó saliva. Se encontró con unos de los vendedores Pokémon. Solo sabía un poco de ellos. El profesor a veces las contrataba para traerles especímenes Pokémon cuando algunos de los chicos a los que le daba un inicial ya no respondían a sus llamadas o mensajes. El chico solitario, con mirada seria, alzó la mirada y se fijó en su dirección. Se escondió detrás de la tienda, perdiendo el equilibrio. Escucho pasos rápidos hacia su dirección. —¿Estas bien? Alzó la mirada. Era el tipo serio de cabello en pico de color negro con mechas rubias. Sus ojos azules brillaban con preocupación. Su mano derecha estirada, ofreciéndose para ayudarla a ponerse de pie. —Si —asintió. Se puso de pie por su cuenta. No quería tocarlo. Su padre siempre se había enojado cuando tocaba a otros hombres. —Bien. Me llamo Yusei. ¿Y tú? La garganta se le cerró. No había pensado en eso. En realidad, solo había pensado en irse tan lejos como pudiera de Pueblo Paleta. No pensó en un nombre. —Me llamo… —miro hacia la fogata donde su ropa estaba tendida, al igual que una tetera. Había mucha ceniza… ceniza—Me llamó Ash. Mucho gusto Yusei. —¿Ash? —Yusei parpadeó un poco, como si probara el nombre. Luego asintió con calma. Empezó a caminar hacia la fogata —Bueno Ash, ven. Tu ropa ya debería de estar seca y el ramen también debería de estar listo. —Yo… no tengo dinero… —No te preocupes. Los comerciantes siempre les damos una mano a los nuevos entrenadores —le miró sobre el hombro —. Ven, tenemos algunas preguntas. Algo nerviosa asintió. Camino con cuidado por las rocas de rio al estar descalza. Pudo escuchar las voces de los otros cuatro que se habían agrupado junto a la fogata medio muerta. —Ash, este es mi pequeño grupo. El enano es Rally —señalo al más joven de ese grupo. Cabello castaño largo rizado oculto apenas por un gorro amarillo. Ya tenía un bocado del ramen instantáneo camino a la boca —. El fortachos es Tank. El de lentes Nervin y el de pañuelo es Blitz. Chicos, este es Ash. —Veo que estas mejor —el tal Blitz sonrió mientras le entregaba uno de los tazones de ramen instantáneo y le instaba a sentarse en una de las grandes rocas de rio que había. —Permiso —susurró mientras se sentaba a un lado de Rally y el tipo fornido de cabello castaño llamado Tank. Yusei se quedó de pie, comiendo con calma y mirando a sus alrededores, alerta —. ¿Sucede algo? —No —Yusei negó. Pero siguió mirando a todos lados. —Oh, no te preocupes —Blitz sonrió, señalo al tipo que respondía por Nervin —. Señor preocupación le dijo que podía haber más Spearows que podía venir en busca de venganza. —¿Venganza? —Si, atrapaste a su líder —Tank se rio. Se atraganto un poco con el ramen. Fue golpeada por Rally en la espalda. —Déjenlo —Yusei bufó —. Por cierto, Ash. No conseguiste una licencia Pokémon del profesor Oak, ¿verdad? —Yo… ¿cómo sabes? —bajó la mirada. Sus manos temblaban a pesar de sostener los palillos chinos. —Porque no tienes Pokédex —respondió con calma. Se puso a un lado mientras sacaba su billetera —. El profesor Oak es el único profesor que pone la licencia de su entrenador financiado en la Pokédex. Los demás los tenemos en físico. Tomo la billetera de Yusei. Y allí vio la licencia, como si fuera un carnet de conducir. Yusei Fudo, de Ciudad Satélite de la región Orre. Afielado alGremio de Comercio Pokémon de Kanto (GCPK) —Ya veo —susurro, regresando la billetera a su dueño. —La vas a necesitar para entrar en cualquier ciudad —Yusei le dijo con calma. Se tensó y lo miró de reojo. —No sabía eso —murmuro, trago saliva. Tenía que pensar en cómo… —Ash, ¿te da miedo los espacios cerrados? —Blitz le dio una sonrisa sospechosa.✿--------------------✿-----------------------✿
—Revisión —la oficial Jenny dijo luego de sonar su silbato. Yusei se quitó su casco, haciendo equilibrio en su motocicleta, sin apagarla, antes de buscar en el interior de su chaqueta su billetera, sacar su licencia de entrenador y de mercador. Desde la carreta tirada por un Tauros manejado por Nervin, Tank le daba la suya de los otros cuatro que iban en la carreta. Otro oficial entro al interior de la carreta para hacer un escaneo superficial. Solo se encontró a Blitz con un Pikachu en el regazo comiendo una manzana, Rally sentado en una caja de madera, varios Spearows en jaulas individuales, y algunos estanques con Magikarp separados con carteles de “entrenamiento” y “alimento”. —Se toparon con la parvada de demonios —bromeo el oficial. —Por suerte logramos atrapar a la gran mayoría. Los de pueblo Paleta podrán salir sin problema —Blitz sonrió. —¡Fudo! Rally puso los ojos en blanco ante la voz conocida. El oficial suspiro mientras bajaba de la carroza. La oficial Jenny ahora estaba a un lado, como si hubiera sido empujada a un lado, frente a Yusei estaba otro oficial, robusto y rasgos duros. —Oficial Ushio —Yusei asintió. Miro a la oficial Jenny con calma —. ¿Algo más, oficial Jenny? —No, todo está en orden —Jenny murmuro con ira contenida, entregando las pertenencias a Yusei —. Por favor, tengan cuidado. Ha habido registros de ladrones Pokémon rondando por la ciudad. —Jenny, por favor —Ushio gruño, mirando a Yusei con molestia —. Es obvio que esta basura de Orre son los ladrones. Yusei solo se puso su casco con calma, miro de reojo al oficial masculino. —Hasta donde yo recuerdo, el Team Rocket son de Kanto y Johto, no de Orre —bajo la visera del casco, ignorando el gruñido del oficial. Empezó a avanzar a una velocidad moderada. Nervin agitó las riendas de su Tauros para seguir el paso de Yusei. Avanzaron por la ciudad hasta detenerse en unas calles cerca a la salida a la ruta 22, justo frente a un gran local con un letrero con las iniciales “GCPK” en dorado sobre negro. Rally abrió la caja de madera donde estaba sentado. Allí, Ash estaba recostado, con mochila abrazada a su pecho. —Bien, llegamos. Ahora sal y ayúdanos a descargar —Rally dijo con una sonrisa. Ash suspiro mientras salía de la caja. Se estiro un poco. Pikachu, su Pikachu, se acercó y tomo la tela de su pantalón con cierta timidez. Cómo si se disculpara por no soportar los espacios cerrados. Acarició su cabecita antes de tomar una de jaulas. Ahora no solo tendría que buscar una forma de conseguir suministros, también tendría que conseguir una licencia de entrenador. Y si Yusei tenía razón… Miro la entrada del gremio. … allí podría conseguirla.